Distinto rasero en dos finales de primeras partes del Athletic
Mientras que Gil Manzano dejó continuar en el Wanda un ataque del Atlético cumplido el descuento, en San Mamés Melero López cortó un avance de los leones
I. E.
En el fútbol suele ocurrir que la labor arbitral no suele dejar contentos a ambos contendientes a la finalización de los partidos. Casi siempre hay algún motivo para la queja, generalmente en caso de salir derrotados.
La actuación arbitral del pasado sábado en San Mamés dejó dos jugadas para la polémica. La primera, una falta nada más comenzar el encuentro que Vesga le pegó un plantillazo a Lucas Pérez, y Melero López le mostró la amarilla. Desde la filas alavesistas se llegó a pensar que podía haber sido roja, puesto que el golpeo fue fuerte por encima del tobillo.
Por parte bilbaína, una jugada pasó ciertamente desapercibida, solo la protestó levemente el propio protagonista involucrado, Morcillo. Ibai Gómez realizó un centro al segundo palo y el extremo intentó elevarse para rematar pero fue agarrado por Ximo Navarro con su mano derecha del cuello, lo que le impidió golpear el esférico.
Sin noticias del VAR
En ninguna intervino el VAR, que no consideró que Melero López errara en ninguno de los dos casos, en una, al mostrar la amonestación al centrocampista del Athletic y en la otra dejando seguir el juego.
Pero sí hubo un detalle que mostró cómo cada colegiado aplica su propio rasero en situaciones parecidas, al venir enseguida a la cabeza el partido del Athletic frente al Atlético, en el Wanda, en el que con distintos protagonistas, la toma de decisión fue completamente contraria.
El pasado sábado, el trencilla en San Mamés decidió alargar 1 minuto la primera parte, por alguna pérdida de tiempo durante el transcurso del duelo. Hasta ahí todo normal. Pero en el momento que se cumplió el minuto 46 decidió poner punto final al juego, con el Athletic avanzando por banda izquierda, `por mediación de Morcillo, hacia las cercanías del área del Alavés en lo que podía haber sido la última ocasión para los rojiblancos.
Así se pudo revivir el duelo frente al líder Atlético de la jornada aplazada por el temporal Filomena, cuando con los rojiblancos por delante en el marcador, en aquella ocasión Gil Manzano, cumplido el tiempo de alargue decidió dejar continuidad a la acción, para que Lemar avanzara hasta línea de fondo y pusiera un centro que Llorente remató de cabeza para conseguir el gol del empate de los colchoneros.
Mínimas protestas de los leones
Los rojiblancos protestaron tímidamente la acción y la continuidad de la jugada, cuando creían que el trencilla debía haber pitado el final, pero no sirvió de nada puesto que el tanto subió al marcador.
Dos conclusiones de primera mitad con distinto signo, con un colegiado dejando jugar en una acción prometedora de peligro y otro, ni corto no perezoso, considerando que ya era suficiente como para permitir que la acción atacante concluyera.
Para mala suerte de los leones, en el Wanda les costó caro,
puesto que Llorente puso las tablas en un duelo en el que el equipo rojiblanco
había mostrado solvencia y dominio tras el gol de Muniain.